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Historia de la autopublicación

La historia de la autopublicación es más antigua de lo que se cree. A contrario de lo que se pueda pensar, no empezó en el siglo XXI ni con los primeros ordenadores.

Pero empecemos por el principio, ¿qué es exactamente la ‘autopublicación?

La autopublicación es la publicación de un libro o cualquier otro documento por parte del autor sin la intervención de terceras personas, especialmente de editores. Ahora bien, esto no exije necesariamente que el autor no pueda delegar ciertas funciones a empresas dedicadas especialmente a la autopublicación, tales como la impresión, la disponibilidad en tiendas online, la compra del ISBN, los envíos, etc.

El autor que decide autopublicar su libro centra todos sus esfuerzos en la autoedición del manuscrito (maquetación, portada, sinopsis, precio, marketing…), por tanto, al no delegar trabajo en las editoriales, el margen de beneficio que obtendrá por su trabajo será mucho mayor que el del autor que haya decidido publicar con una editorial.

El antes – La historia de la autopublicación antes de los E-books

Si nos aferramos estrictamente a la etimología de las palabras, el concepto de publicar un libro no se utilizó hasta la invención de la imprenta en manos del alemán Johannes Gutenberg en 1440. A partir de esta fecha, comenzaron a surgir decenas de editores e imprentas. Antes de la aparición de la imprenta, los autores simplemente escribían sus manuscritos. De hecho, pocas veces, por no decir nunca, los comercializaban. Básicamente el motivo principal de la falta de comercialización de libros y por ende, de publicación era la ausencia de una máquina capaz de hacer copias. Los únicos textos que eran reproducidos eran los textos religiosos, y esta labor era realizada mayoritariamente por monjes.

Con la aparición de la imprenta y las editoriales, los negocios literarios incrementaron, aunque muy lentamente debido a la censura. Las editoriales demandaban cada vez más calidad y, ante el aumento de peticiones para publicar, comenzaron a aplicar criterios de calidad. De esta manera fue cómo surgió la autopublicación: ante el rechazo editorial, los escritores decidieron autopublicar con un solo intermediario: la imprenta. Así surgieron autores como Virgina Woolf, que junto a su marido abrieron una mini imprenta en la sala de estar de su casa. O Jane Austen, que ante el rechazo editorial, triunfó vendiendo su propio libro autopublicado. Incluso Mark Twain, que decidió unirse al mundo de la publicación por suscripción y alejarse de las exquisitas editoriales tradicionales. En otro de nuestro blog podéis encontrar 5 autores reconocidos que han autopublicado.

Virginia Woolf
Virginia Woolf (1882-1941)

Las cifras acerca de la importancia de la autopublicación hasta mediados del siglo XX son bastante difusas y difíciles de contabilizar debido a la falta de una industria real de la autopublicación.

Cabe destacar que, aparte de la autopublicación vía autor-imprenta, también existe lo que en 1959 se denominó como Editoriales de vanidad. También son llamadas editoriales de autor o Vanity Press. Su objetivo se centra en hacer pagar al autor por publicar con su empresa. La editorial de vanidad gana dinero de lo que el autor paga a la editorial y no de los libros vendidos, pero desde su creación se ha visto como una opción mediocre que solo intenta aumentar el ego del autor, pues no tiene filtros de calidad como las editoriales tradicionales. Pero la historia de la autopublicación no termina ahí. Los autores se dieron cuenta del potencial de esta industria y comenzaron a desarrollarla a partir de finales del siglo XX.

El ahora – La historia de la autopublicación a partir de los E-Readers

Lo primero de todo es necesario distinguir entre eBook y E-Readers. Mientras que los eBooks son los libros en formato digital, los E-Readers son los aparatos electrónicos para leer eBooks.

Ebook ereader selfpublishing
Ejemplo de E-Reader

Los primeros eBooks surgieron en las últimas décadas del siglo XX y se leían a través del ordenador. Hubo que esperar a 1998 para encontrarse con los primeros E-Readers. Fueron el Rocket eBook de la empresa NuvoMedia y el SoftBook de la empresa SoftBook Press.

Pero comparándolos con los E-Readers actuales, esos aparatos antiguos tenían luz led y no disponían de lo que más tarde en 2006 Sony llamaría e-ink La e-ink es una tinta electrónica y sin luz artificial que la empresa nipona añadió al considerado primer e-Reader moderno: Sony Reader. Esta fecha, 2006, se considera el inicio del boom de los lectores electrónicos, cuya popularidad aumentó increíblemente.

Tras el boom de los eBooks, la autopublicación siguió el mismo camino. Ahora cualquier autor era capaz de no solo autopublicar su libro, sino hacerlo de una manera muchísimo más económica. El autor ya ni siquiera tenía que imprimir su libro. Bastaba con escribirlo y venderlo por internet, pero ¿de qué cifras hablamos?

A día de hoy, encontrar informes y cifras acerca de la autopublicación es una misión suicida. Ninguna plataforma proporciona datos sobre la industria. Ni siquiera Amazon ni Apple. Ahora bien, Dosdoce.com publicó un documento titulado ‘La Radiografía de la autopublicación en América Latina’. En este documento afirmaba que desde la aparición del primer e-Reader en 2006 hasta 2016 se han incrementado las obras autopublicadas un 400% en el mercado latinoamericano. Según los últimos datos de dicho informe, en España, en 2016, hubieron alrededor de 8000 obras autopublicadas. Y según el informe Bowker, en Estados Unidos en 2016 hubieron unos 790.000 títulos autopublicados.

Lo más interesante a saber es que ningún autor que autopublica está solo. Según el mismo informe Bowker, en 2008, en pleno boom del e-Reader, fue la primera vez que el número mundial de libros autopublicados superaba al de los publicados por editoriales. Esta cifra va aumentando poco a poco y a fecha de 2018 sigue incrementando. También cabe mencionar que tanto el formato físico como el formato electrónico están en niveles de ventas excelentes. A día de hoy es imposible perder dinero con la autopublicación y la impresión bajo demanda.

Si te curiosea saber qué precios podría ganar un autor autopublicado, puedes comprobar los márgenes de beneficios en nuestra calculadora de precios

El después – La historia de la autopublicación en un par de décadas

El boom de la autopublicación duró desde el 2006 hasta el 2011, aproximadamente. Si bien las cifras fueron espectaculares durante esos años, ahora lo son aún más.

A decir verdad, existen cientos de empresas de autopublicación y cada una de ellas tiene su propio funcionamiento. Conforme pasan los años, más y más empresas van surgiendo dentro de esta industria. La competencia es alta, pero se prevé que lo será mucho más dentro de una década. Con el incremento de la competencia y el aumento de autores famosos que se han decidido por autopublicar, la industria de la autopublicación está convirtiéndose en un sector muy potente. Lo único que la gente echa en falta es la opción de promoción en librerías. Esta función solo es propia de editoriales tradicionales. Aunque quien sabe, a lo mejor las editoriales de autopublicación se unirán a ello en un futuro. Quitando eso, autopublicar es una de las mejores opciones hoy en día.

El mundo de la autopublicación es una enorme y gran industria. Y es necesario que los escritores vean en la autopublicación una buena opción para publicar. Pocos saben que de la autopublicación se extraen grandes márgenes de beneficio. Así y todo, los autores que autopublican deben saber cómo sacarle partido. La mayoría no saben cómo promocionar su libro y se conforman en vendérselo a sus amigos y familiares. En definitiva, el principal problema que se tendrá que resolver durante los próximos años será el saber encontrar y llegar al público ideal.

El autor que autopublica debe aprender a saber quién es el público objetivo y potencial de su historia. También aprender dónde se encuentra y cómo llegar a él (mediante qué vías). De hecho, una de las principales vías son las redes sociales. Ningún autor que autopublique llegará a consagrarse sin utilizar sus redes sociales. Aprovechamos el blog, desde Mibestseller, para deciros que nosotros también utilizamos redes sociales y que son clave para darse a conocer. Síguenos en Facebook e Instagram.

Se prevé también que más autores famosos que siempre han preferido publicar, se pasen al formato de la autopublicación. Al menos en uno de sus libros. Así encontramos autores como Paulo Coelho (2015) o Stephen King (2000). Si bien hay pocos autores decididos a cobrar más por más autoesfuerzo, en el futuro se espera que más autores reconocidos se unan a la revolución de la autopublicación.

Futuros retos. La historia de la autopublicación

Otro de los retos a logar es la educación digital: el autor debe aprender a posicionarse en Google. Sus libros pueden perfectamente aparecer en la primera página de Google sin tener relación alguna con grandes plataformas. Google tiene en cuenta la relevancia y lo bien construida que esté la página, por tanto, un poco de conocimiento SEO para tu página web siempre vendrá bien. Si tienes dudas acerca de esto, puedes echar un vistazo a nuestro blog de SEO para autores.

En definitiva, aunque hay mucho trabajo por hacer, la industria de la autopublicación es ya una industria consolidada. Ya no intenta sobrevivir como lo hacía décadas atrás. Ahora la autopublicación no es una alternativa más, sino una verdadera opción.


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